Defendamos al cuerpo de delegados
A cuatro días de los violentos incidentes generados por una patota de matones de la burocracia del Somu, el Casino de Puerto Madero continúa cerrado por orden judicial. Al cierre de esta nota, centenares de trabajadores se están movilizando a los Tribunales y al Ministerio de Trabajo para exigir la reapertura de las salas de juego.
En los últimos meses, el cuerpo de delegados del Casino inició un reclamo de salubridad ante las penosas condiciones de trabajo en que los trabajadores desarrollan su labor cotidiana. Un conjunto de asambleas fijaron el reclamo de reducción de la jornada y una etapa de movilización a fines de octubre con dos movilizaciones que recorrieron el centro porteño.
La formalización del reclamo ante la empresa motivó la convocatoria a asambleas informativas para el viernes en los horarios de descanso del personal. Dichas asambleas convocadas por el cuerpo de delegados del casino, nucleado en Aleara (juegos), tienen la particularidad de agrupar a todo el personal del casino, sin distinción de sindicatos, por el enorme respeto que esta conducción gremial de base se ha ganado entre los trabajadores.
En la noche del jueves, una banda de matones de la burocracia del Somu ingresó a la zona de descanso del personal ubicada en tierra. Para acceder al sector tuvo que sortear primero, a la prefectura, que controla cada milímetro de Puerto Madero. Y luego, pasar por una guardia de seguridad del casino que actúa en los hechos, como un “grupo de tareas”, dedicado a amenazar a los delegados y activistas.
Los casinos de Puerto Madero son un negocio gigantesco. Se calcula que recaudan más de 400 millones de dólares por año. No cualquiera ingresa. La presencia de esta banda en la zona durante horas, indica la existencia de una “zona liberada” por la patronal kirchnerista del casino.
Sobre la base de esta “zona liberada” los matones de la burocracia montaron una provocación brutal contra la asamblea del turno noche realizada en la madrugada del viernes. Cuando los delegados comenzaban a informar de las negociaciones con la empresa, la patota entró en acción golpeando a todo el mundo, recibiendo la colaboración de la prefectura y la seguridad interna del casino.
Los trabajadores salieron en defensa de su organización gremial. Durante horas resistieron el ataque fascista de la burocracia del Somu, mientras se iban congregando en la puerta de la empresa centenares de compañeros de los otros turnos alertados por el ataquey decenas de sectores gremiales que concurrieron a solidarse con la lucha de los compañeros , mientras la prefectura impedía su ingreso con un enorme operativo de seguridad.
La patronal responsabilizó al Cuerpo de Delegados de los disturbios anunciando que recurriría a la justicia.
La preparación del “pacto social”
El carácter podridamente patronal y antisindical de la burocracia quedó marcado por las declaraciones posteriores del Somu que denunciaban al Cuerpo de delegados del Casino por realizar “asambleas en forma periódica”. Es que el “Caballo” Suárez, mandamás del Somu, no es cualquier equino. Formó parte de la delegación de argentina que acompañó a Cristina Kirchner a la OIT en Ginebra, meses antes de que fuera elegida presidenta.
La provocación del Somu es un calco a la montada por la burocracia de UTA contra el cuerpo de delegados del Subte, que en combinación con la patronal de Metrovías y el gobierno ha organizado una patota que recorre los túneles amenazando y golpeando a los trabajadores, combinándolo con la promoción de causas penales que buscan descabezar la organización gremial independiente de los trabajadores del subte.
Es evidente que la patronal kirchnerista tuvo un guiño del gobierno para semejante provocación. Asistimos a un nuevo intento de descabezar un cuerpo de delegados combativos surgido al calor de la organización de más de 1.500 compañeros del casino que han logrado conquistas decisivas. La cuestión del famoso “encuadre gremial” actúa como taparrabos para ocultar el objetivo de golpear a esta masa de jóvenes que no se doblegan ni se resignan.
La defensa del Cuerpo de Delegados del Casino es una tarea de todo el movimiento obrero y popular.
¡Por la reapertura inmediata del Casino!
Defendamos al cuerpo de delegados
¡Fuera la patota!
Rubén Schofrin