Vicente López: no al Vial Costero de Cristina y García

La movilización popular impidió la represión

El viernes 21, un fuerte operativo represivo -centenares de efectivos de la guardia de infantería traídos de diferentes lugares del conurbano (Avellaneda, etc.)- se descargó sobre el campamento que desde hacía tres semanas instalaron los vecinos de Vicente López sobre la costa del río. Al frente iban las topadoras dispuestas a arrasar arboles, pista de bicicrós y otras instalaciones existentes para iniciar las obras de construcción de una miniautopista de 16 cuadras de largo. Se trata del Vial Costero que se propuso construir el intendente García, con el apoyo político y financiero del gobierno K.

Es una autopista que no conduce a ningún lado, ni produce descongestionamiento alguno de tránsito. La explicación de esta obra vial, que costará unos 56 millones del Estado nacional (y la mitad del presupuesto de obras públicas del municipio) es la valorización de una serie de proyectos inmobiliarios que están en desarrollo. El Vial unirá un shoping con un conjunto de torres que se empezaron a diseñar y construir luego que una sesión clandestina del Concejo Deliberante (nochebuena de 2004) votara excepciones a la construcción inmobiliaria permitiendo torres de 20 pisos, donde antes sólo se podía construir edificios de no más de cuatro pisos.

Hace quince días, un movimiento vecinalista por la defensa de los espacios verdes rechazó el ingreso de las topadoras y fue reprimido. Desde entonces, los vecinos (en su mayoría jóvenes estudiantes) están acampando, impidiendo que las topadoras avancen.

Cuando el viernes se inició el operativo, corrió la noticia y en cuestión de horas se concentraron frente al predio, en defensa de los acampantes, más de mil vecinos, bloqueando el accionar policial. Luego de horas de tensión, a la madrugada, se estableció una tregua: los jóvenes salían de su campamento, la policía se retiraba y las obras quedaban paralizadas hasta el miércoles 26. Una corta tregua. El intendente García ha declarado que persistirá en la obra. Es que hay poderosos intereses (el gobierno y negociados inmobiliarios supermillonarios). La oposición, mayoritaria (ganó las elecciones el PRO de De Narváez), hace mutis por el foro.

Para detener este negociado capitalista que constituye un ataque al medio ambiente hace falta una gran movilización popular: ganar las calles; movilizarse sobre el Concejo Deliberante convocar a los centros de estudiantes, a las organizaciones obreras y populares, a los vecinos de las barriadas obreras (Las Flores, etc.) que hace años esperan que se concreten los planes de vivienda popular. En el marco de una serie de medidas, la Asamblea Popular votó para este viernes 28, a las 19 horas, una concentración frente al Concejo Deliberante.